jueves, 21 de junio de 2012

POR UN PARO Y PLAN DE LUCHA NACIONAL


por Ruth Werner (LVO 480)

El gremio camionero desacató la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo, profundizó las medidas de fuerza y atacó la distribución de combustibles. La protesta tomó dimensión nacional y cambió el escenario político poniendo en la agenda el reclamo contra los techos en paritarias, contra el impuesto al salario y por el pago de las asignaciones familiares a todos los trabajadores.
El enfrentamiento con el gobierno está al rojo vivo. Cristina Fernández adelantó su regreso desde Brasil y declaró que pedirá a la Justicia que frene el paro moyanista. Un día antes, el sinvergüenza de Boudou amenazó con aplicarles la ley de desabastecimiento. La Gendarmería continúa apostada frente a los piquetes, y en La Matanza, el miércoles 20, ya habían comenzado los forcejeos. En respuesta, Moyano amenazó en el programa A dos Voces con una huelga nacional de camioneros con movilización a Plaza de Mayo. La fecha la fijará el jueves 21 y se verá si pasa de las palabras a los hechos o si es un amague para buscar una mesa de diálogo.
La virulencia de la pelea tiene como motor la ruptura de Moyano con el kirchnerismo y la necesidad de defenderse del encono con que la presidenta lo desbancó de las principales posiciones de la coalición gubernamental, así como de la ofensiva para echarlo como Secretario General de la CGT, apostando a la división de la central obrera.
Aunque estos sean los objetivos que más le importan a Moyano, el paro camionero es un desafío al exiguo 23/24% de aumento, el promedio que varios burócratas ya le firmaron al gobierno y a los patrones en paritarias. Pero como es costumbre en quien bancó a rajatabla el “modelo” K, lo que no existe para el jefe de la CGT son las reivindicaciones de los trabajadores más castigados, los que están en negro o precarizados.
El otro gran conflicto obrero que tomó protagonismo es el de la Alimentación. Ahí, el burócrata Rodolfo Daer, presionado por las grandes fábricas donde tiene peso la izquierda clasista, se vio obligado a salir al paro y ahora quiere negociar a espaldas de los trabajadores (ver página 5).
“Antiajustadora” para la tribuna
Está por verse hasta dónde piensa llegar el gobierno y hasta dónde quiere ir Moyano aunque, más allá de las intenciones de ambas partes, hay una clara tendencia a los extremos, y el conflicto puede tomar una dinámica propia. CFK ya dispuso sus primeras armas. No sólo la amenaza represiva de Gendarmería. La ley de desabastecimiento es un avance en la judicialización de la protesta. La ley fue impuesta por Perón en pleno “pacto social” en junio de 1974 con el telón de fondo de la crisis mundial. Decía que era para frenar los aumentos de precios y limitar la rentabilidad empresaria. La historia es conocida. Los patrones siguieron incrementando los precios y conspirando en el mercado negro mientras los trabajadores tenían los salarios congelados y prohibido el derecho de huelga. Ahora el gobierno “nacional y popular” quiere aplicar esta ley contra los camioneros y que la Justicia los persiga, además, por desacato a la conciliación obligatoria.
Por más que la presidenta hable contra los planes de ajuste en el G20, lo que está en curso en Argentina es un ataque al salario y al empleo. La reunión entre CFK y Dilma Roussef fue una pose para la tribuna y no, como dicen los K, un avance en la unidad regional contra las imposiciones de las potencias imperialistas. La realidad es que el Mercosur está en cuestión porque el impacto de la crisis mundial sobre Brasil llevó a la disminución de las exportaciones argentinas, afectando sensiblemente la producción automotriz local. A los metalmecánicos ya les aplican suspensiones, recorte de horas y hasta despidos (ver página 4). Si a esta situación le agregamos el avance de la inflación y los techos salariales, lo que, además está en cuestión, son los dos pilares del “nunca menos” kirchnerista: las paritarias y el derecho al trabajo.
Moyano y la interna peronista
Con el paro camionero Moyano también se juega a impactar en la interna peronista. La incertidumbre sobre la fortaleza del “modelo” avanza desgastando el bonapartismo “de caja” del gobierno, lo que permite que emerjan más abiertamente las tendencias al resquebrajamiento del frente gubernamental. Aunque Scioli dijo que se subordina a las decisiones de CFK está abriendo la puerta para recolectar a los heridos del peronismo. El primero en anotarse fue Moyano y ahora el bonaerense tiende puentes hacia el intendente de Tigre, Sergio Massa. Parte de este enfrentamiento se vio en el Congreso de la FUA donde la JUP sciolista le dio quórum a Franja Morada, a cambio de la Secretaría General de la Federación. Un revés para La Cámpora que, comandada por el Jefe de Gabinete, Abal Medina, formó su propia FUA con una fuerza completamente minoritaria (ver página 11).
Por una política independiente
En varias ocasiones planteamos que la política kirchnerista de dividir a las organizaciones de los trabajadores llevaba implícito un problema estratégico: con qué fuerza iba a contar el gobierno y las patronales para contener la lucha de clases. La burocracia sindical moyanista, no está en condiciones de aceptar mansamente el papel que quiere otorgarle el gobierno, se pasó a la oposición y comenzó a mostrar en la calle su capacidad de daño. Pero no defiende los intereses de todos los trabajadores. La eliminación del impuesto al salario y el pago de las asignaciones familiares son consignas progresivas que apoyamos, pero sólo mejoran las condiciones de un sector de los que están en blanco. A principios del convulsionado siglo XX, Alexander Parvus, fue el primer marxista en plantear la importancia de la posición estratégica del transporte en la gran política estatal (en esa época hasta las tropas para reprimir huelgas se movilizaban por ferrocarril). Pero Moyano usa el peso estratégico de su gremio al servicio de una política mezquina, la de plantarse en el control de la CGT. Viniendo de quien nunca movió un dedo por los trabajadores en negro o precarios y ahora se alinea con la derecha peronista, los luchadores tenemos que confiar sólo en nuestras propias fuerzas.
La CTA Micheli declaró que se sumaría al paro nacional camionero. Pero con medidas aisladas no alcanza. Partiendo del apoyo a la huelga camionera y a sus reivindicaciones hay que exigir que la CGT Moyano y la CTA Micheli convoquen a un paro de todos los trabajadores y a un plan de lucha nacional. Hay que imponer que los sindicatos “oficialistas” rompan con el gobierno y sean parte de un amplio frente único por las demandas de toda la clase obrera.
Ahí donde tenemos influencia, quienes integramos la izquierda clasista, y también en el movimiento estudiantil, realizaremos asambleas para votar estas consignas y un pliego único que incluya la defensa del salario, la eliminación del impuesto a las ganancias a la 4º categoría, el pago y el aumento de las asignaciones familiares a todos los trabadores, acabar con las suspensiones y los despidos y el trabajo en negro. Fuera la gendarmería del Proyecto X, fuera la policía de los conflictos obreros, abajo la Ley Antiterrorista.
Es desde la estrategia de unir las filas obreras que vamos a impulsar plenarios y comisiones de lucha, como hicimos en la gran pelea de los tercerizados del Roca, para organizar a los que la burocracia sindical no quiere organizar, los compañeros precarizados y en negro. Vamos a llevar la moción de un congreso de delegados de base para unir desde abajo la fuerza de toda la clase trabajadora que cuando se pone en movimiento ha sabido ser arrolladora.
En la Conferencia Obrera del PTS que realizaremos el 8 de julio en el estadio cubierto de Ferro se reunirán miles de activistas y los representantes más destacados de la izquierda clasista. Contra todo intento de llevar la lucha de los trabajadores al encumbramiento de los políticos patronales, más que nunca plantearemos que la clase obrera debe construir su propio partido, sin patrones ni burócratas millonarios.

jueves, 7 de junio de 2012

CONTRA EL POSMODERNISMO. UNA CRITICA MARXISTA (ALEX CALLINICOS)


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Se radicaliza la lucha minera por todo el país (Diego Lotito y Asier Ubico)

Subimos un post de los compañeros de Clase Contra Clase, sección española de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional (FT-CI), sobre la impresionante lucha de los mineros en España.

 

“Aquí están, estos son los mineros del carbón”

En el contexto de los brutales ataques que el Gobierno del PP viene llevando a cabo contra el conjunto de los trabajadores, ahora les ha tocado el turno a los mineros. Década tras década, las cuencas mineras han sido devastadas, atenazadas entre las multinacionales de la energía como Endesa o Iberdrola, la superexplotación laboral en manos de los minifundistas y empresarios de la minería, y los sucesivos gobiernos del PSOE o el PP que han condenado a miles de familias mineras a la miseria y la ignominia, sobre todo mediante despidos y prejubilaciones forzosas, las cuales han generado un paro de masas que se ha instalado en estas regiones de forma estructural desde hace años. Pero si tantas veces los capitalistas y sus gobiernos han descargado sus crisis sobre los hombros de las familias trabajadoras, esta vez es cualitativamente distinto. Quieren hacer sufrir a los mineros las consecuencias de unos recortes que suponen el 60 % de las ayudas a la industria carbonífera –que el último gobierno del PSOE ya venia recortando durante el 2011-, junto a un cúmulo de prejubilizaciones forzosas que ya están sufriendo los trabajadores en diversas cuencas mineras.
El recorte que contemplan los presupuestos generales para la industria minera es draconiano: el 63,2 % para las ayudas al funcionamiento de las empresas, el 39,2 % para infraestructuras en las cuencas, el 76,6 % para proyectos empresariales, el 100 % en materia de seguridad minera y el 99,6 % para formación y becas. Además, la consignación para el Instituto del Carbón baja el 39,1 %. Esta aguda situación es la que ha desatado un duro conflicto en el que se han implicado con toda su fuerza y tradición de lucha miles de mineros que aún extraen el negro mineral en los socavones de las minas carboníferas de Asturias, León, Galicia, Aragón, Andalucía, Castilla-La Mancha y otras regiones.

“Hoy banderitas, mañana dinamita”

Después de nueve jornadas de Huelga, los mineros vienen radicalizando sus protestas. Los paros en la industria han sido totales y engloban a más de 8 mil mineros en todo el Estado Español, contando además con la parálisis que ha causado para otras industrias auxiliares del carbón. Después de las manifestaciones que se hicieron en todo el país y en cada región de la cuencas, el Gobierno trato de desviar el descontento con una reunión el 29 de mayo entre los empresarios mineros, los dirigentes sindicales de CCOO y UGT y el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, en el marco de la comisión de seguimiento del Plan del Carbón. Pero como era de esperarse, dicha reunión fue un fracaso rotundo por el claro empeño del Gobierno de seguir adelante con las medidas. Ante esto, los sindicatos –con el apoyo de las propias patronales- declararon la Huelga General “indefinida” del sector, que por ahora se ha prolongado hasta el día 6 de Junio. Al día siguiente tuvo lugar una manifestación de más de 10.000 mineros que recorrieron las calles de Madrid y llevaron a fuertes enfrentamientos con los antidisturbios. Durante estos días los mineros han protagonizado grandes acciones de lucha, recuperando métodos de lucha combativos, como cortes de calle y carreteras por medio de troncos y neumáticos en llamas, piquetes y fuertes enfrentamientos con las unidades especiales de Policía y la Guardia Civil que culminó con varios mineros detenidos.
En Aragón, en los primeros días de las jornadas de huelga y después de una Asamblea general, los trabajadores se dirigieron a cortar la carretera que lleva a la Central Térmica en manos de Endesa (que quema el carbón autóctono de Andorra), llamando a los trabajadores de la misma a secundar la Huelga junto a ellos. Y también durante estos días, en Castilla y León se han repetido las protestas y los cortes de carreteras y más de 1.500 personas entre León y Ponferrada han participado en las manifestaciones. En Asturias las acciones de lucha han conquistado la unidad de acción con los trabajadores del transporte, que el día 5 empezaban también una huelga indefinida con la participación del 90% de los empleados, un hecho histórico que los propios dirigentes sindicales admitían que no sucedía desde hacía una década. En León, en el marco de persecución política contra los mineros, mientras el Subdelegado de Gobierno Gabino de Lorenzo ha emitido un comunicado advirtiendo que “la ley será respetada a rajatabla y que detendrán a todo el que la vulnere”, los obreros no cesaban en sus acciones y aclamaban con gritos y aplausos de apoyo a los seis mineros que desde el día 5 permanecían encerrados en las dependencias de la institución provincial. Todo hace prever que esta es una lucha que recién comienza y tendremos un “verano caliente” en las comarcas mineras.

Represión, la respuesta del Gobierno; Resistencia, la de los mineros y el pueblo

Como viene sucediendo, el mecanismo básico del Gobierno para pasar sus planes de ajuste es la represión y la persecución a los luchadores obreros y populares. No ha sido distinto con la lucha de los mineros. En todas las acciones de lucha la policía y la Guardia Civil actuaron con brutalidad contra los mineros: en Asturias, dos mineros fueron detenidos y decenas identificados; en Madrid tras la multitudinaria manifestación, también hubo detenciones, entre ellas, la de un compañero estudiante de la UAM y miembro del 15M, al que piden 12 años de cárcel por haber participado de la manifestación! En todos los casos hubo detenciones, golpes, pelotas de goma, gases lacrimógenos e identificaciones masivas.
El último hecho han sido los 7 mineros de León detenidos hoy miércoles tras cargar contra el piquete que cortaba el puente de Fernández Casado de la autopista León-Campomanes desde las diez de la mañana. Como cuenta un cronista, “Los mineros habían trasladado su movilización a este emblemático puente de la AP-66 esta mañana, donde cruzaron camiones y arrojaron piedras sobre la calzada para cortar ambos sentidos de la circulación. Desde las huelgas de los noventa, los mineros no elegían como escenario de sus reivindicaciones este puente, situado poco antes de la desviación hacia Villablino” (El Diario de León, 06/06/2012).
Pero la cosa no terminó allí, la represión se trasladó al pueblo de Ciñera, que se transformó en un virtual campo de batalla entre los mineros y la Guardia Civil… la “Batalla de Ciñera”, como ya podríamos bautizarla. Durante horas se vivieron intensos combates callejeros donde los mineros resistieron a las fuerzas de represión. Hasta el alcalde pedáneo de la localidad resultó herido por una pelota que casi le quita un ojo. Un vecino relataba los hechos diciendo " no hemos podido salir de casa. Daba miedo. Había tiros en las calles y la gente corría. Los mineros se han metido detrás de los contenedores y la Guardia Civil disparaba en medio de la calle", mientras otra vecina aseguraba que durante los enfrentamientos “ha habido vecinos que abrieron la puerta para que los chavales se metieran en las casas. Están peleando por lo suyo y aquí todo el mundo sabe lo que es la minería” (El Diario de León, 06/06/2012).
Pero a pesar de la represión, se extiende la resistencia y la solidaridad de clase de los pobladores de las localidades mineras.

Contradicciones: los métodos radicales y el programa del conflicto

“La octava jornada consecutiva de la huelga indefinida de la minería del carbón en Asturias ha recrudecido este lunes las protestas con movilizaciones que han generado cinco detenidos, un agente herido y la repetición de media docena de cortes de tráfico en las principales autopistas y carreteras de la región. Además, la Guardia Civil ha incautado ‘gran cantidad’ de material ‘altamente peligroso’ utilizado para causar disturbios en la huelga de la minería”. (ABC, 05/06/2012) Así relataba la prensa reaccionaria los sucesos de otra de las batallas de los últimos días, La “batalla de Santa Cristina de Lena” (ver recuadro) el pasado martes 5 de junio en Asturias. No es para menos. Centenares de mineros enfurecidos (miles sin contamos todas las cuencas y pozos a lo largo y ancho del país que se hallan en paro total de actividades), piquetes y neumáticos encendidos, corte total de carreteras, sabotaje al transporte, tirachinas, bidones de gasolina, voladores, puntas oxidadas y hasta “lanzacohetes artesanales”. Si el valor y la voluntad están entre las más preciadas virtudes del guerrero, también habría que incluir la creatividad… ¡y vaya si son creativos los mineros a la hora de luchar! Los valientes combates de los mineros asturianos que hace dos días pudimos ver por todos los canales de televisión, nuevamente hicieron honor a su brava tradición de lucha.
Es entonces cuando uno espera que las patronales pongan el grito en el cielo llamando a la racionalidad y el orden contra el vandalismo. Pero la patronal carbonífera esta vez se ha pintado la cara de rojo y ha llamado a la racionalidad… al propio gobierno: “El presidente de la patronal del carbón Carbunión, Victorino Alonso, ha dicho hoy que espera que el Gobierno muestre en la reunión de la comisión de seguimiento del Plan del Carbón del miércoles ‘por lo menos, cierta racionalidad y cierta sensibilidad’.” (Público, 04/06/2012) Sin embargo, esto no es algo sorprendente, sino lógico. Las patronales del carbón, con la colaboración de direcciones de los sindicatos, son quienes han impuesto el programa de reivindicaciones de la lucha. Por ello, la manifestación de Madrid el 31 de Mayo era “encabezada por empresarios y sindicalistas unidos tras una pancarta en la que se puede leer ‘Por el futuro del carbón autóctono y la reactivación de las comarcas mineras. Por el empleo’” (La Nueva España, 31/05/2012), y culminó en el Ministerio de Industria para exigir al Gobierno el cumplimiento con lo previsto en el Plan Nacional del Carbón.
En esta situación, los valientes mineros asturianos, leoneses, aragoneses, gallegos y del resto de las cuencas y comarcas mineras del país, a pesar de su combatividad y su entrega en la lucha, están siendo llevados por sus dirigentes detrás de una demanda en la que las reivindicaciones obreras están subsumidas por un programa para salvar a los capitalistas de la minería. Los mismos capitalistas que sin sonrojarse amenazan con cerrar las minas… ¡si sus obreros no consiguen con su fuerza y su lucha que no les quiten los subsidios! O en el mejor de los casos, no cerrar… pero bajar los salarios al nivel de la quita de los subsidios, como también anunciaba en la prensa con total descaro el gran patrón carbonero Victorino Alonso: “‘Propondremos a los trabajadores una rebaja del sueldo proporcional a la rebaja de las ayudas a las empresas que ha decidido el Gobierno’, alrededor del 70%” (La Nueva España, 11/05/2012).
Lamentablemente, las direcciones sindicales de UGT y CCOO, con gran tradición de lucha y organización entre el proletariado minero, se han transformado en voceros de este chantaje patronal, atando la suerte de los trabajadores al destino de los propios empresarios mineros y llevándolos a un callejón sin salida.

La patronal carbonera y la “mala memoria” de los dirigentes sindicales

Hace pocos días, el secretario general del sindicato SOMA-UGT, José Ángel Fernández Villa, ha advertido hoy de que los mineros “no van a tolerar” las políticas “destructivas” del Gobierno a la minería del carbón, que “son una copia absoluta” de las que aplicaron Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en el Reino Unido. Su evaluación es justa. Pero si Villa fuera consecuente con su lectura de la situación, sabría que no se puede enfrentar el “thatcherismo” del PP yendo de la mano con las propias patronales mineras, que coyunturalmente se encuentran enfrentadas con el gobierno por un problema de subsistencia, pero cuyo único interés han sido siempre sus ganancias y no la vida de las comarcas, los mineros y el resto de sus pobladores.
Vale recordar lo que decía hace algunos años un portavoz del grupo empresarial carbonero más importante en España -con importantes empresas e intereses ramificados también en la construcción y los servicios industriales-, Victorino Alonso: en el 2003 “afirmaba que ‘no tiene sentido’ ir a una movilización con los sindicatos porque aunque muchas de sus reivindicaciones son coincidentes buena parte del resto atañen y van precisamente contra la patronal: “Están en su derecho, pero se trata del discurrir propio sindical: las empresas tienen otras formas de actuar’” (Diario de León, 16/03/2003).
Y claro que tienen “otras formas de actuar”. Valga como ejemplo que en febrero del 2010, los trabajadores de los grupos mineros Alonso y Viloria se disponían a ir al paro porque la empresa no les pagaba las nóminas, pese a que el Ministerio de Industria había otorgado a las empresas las ayudas al funcionamiento de sus explotaciones un mes antes por un total de casi 140 millones de euros. El presidente del comité de empresa de Uminsa, Guillermo Sánchez de UGT, declaraba en la prensa: “estamos hartos de no cobrar los sueldos (…) Llevamos seis meses en esta situación, con demoras en el pago de las nóminas por encima de los cinco días”, mientras sostenía que la base del conflicto no estaba “en la falta de liquidez aducida por la patronal, sino en la presión que se quiere ejercer sobre la compañía pública Hunosa para que incremente en un 2% la factura por la compra del carbón que no admiten las centrales”, utilizando a los empleados para coaccionar a la empresa pública (Diario de León, 24/02/2010). El engaño, la vileza y la explotación son la verdadera cara de los capitalistas carboneros, y por qué no recordarlo, la de cualquier capitalista.
¿Qué ha cambiado para que la patronal acepte ahora manifestarse junto con los sindicatos? Sencillamente que, frente al ataque del gobierno con la quita de subsidios, los dirigentes sindicales han evitado incluir cualquier reivindicación antipatronal en la lucha para hacer un frente único con los empresarios, en vez de confiar en la fuerza de los trabajadores y un plan de lucha obrero independiente del Estado y de los capitalistas.

La necesidad de un programa independiente: por el control obrero de las minas y de los subsidios

La lucha minera va a continuar, porque ni los trabajadores ni el Gobierno pueden ceder. Los trabajadores, porque está en juego su propia vida y la de sus familias; el Gobierno, porque no sólo tiene el objetivo estratégico de liquidar la industria minera del carbón en representación de los intereses de las multinacionales y las imposiciones de la UE y el plan europeo de ayudas al carbón, sino por un motivo político aún más importante: ceder ante la lucha de los mineros y sus métodos radicalizados, sería un “malísimo ejemplo” para los millones de trabajadores y jóvenes que enfrentan los recortes y la reforma laboral en todo el Estado. O dicho de otro modo, sería… un extraordinario ejemplo a seguir. Por ello, es necesario quebrar la voluntad del Gobierno.
A pesar de estar siendo llevados por sus dirigentes detrás de un programa que no representa sus verdaderos intereses de clase, el rol de vanguardia que vienen jugando los mineros en la lucha de clases del Estado Español, la radicalidad de sus métodos y su vocación de unificar las luchas –como lo mostraron los mineros asturianos con sus compañeros del transporte-, puede impactar sobre muchas compañeras y compañeros, posibilitando que nuevos sectores de vanguardia emerjan, radicalicen sus acciones de lucha y den pasos hacia una política que supere los límites que imponen las direcciones sindicales conservadoras.
Los revolucionarios de Clase contra Clase bregamos por esta perspectiva. Humildemente, no defendemos a la industria minera, si por ello se entiende a los propios capitalistas que se enriquecen con la explotación brutal de sus trabajadores y el usufructo vil de los subsidios del Estado. Lo que defendemos es a la clase obrera minera y a sus familias, como a todos los pobladores pobres de las comarcas que durante décadas han soportado la humillación de los capitalistas y sus gobiernos.
La única garantía de que las industrias mineras sobrevivan, funcionen efectivamente, preservando al máximo posible el ambiente y permitiendo la utilización de sus recursos al servicio de toda la comunidad, será que los trabajadores logren imponer el control obrero sobre su gestión y sobre el uso de los subsidios del Estado central. La única garantía de que las industrias mineras sobrevivan, funcionen efectivamente, preservando al máximo posible el ambiente, restaurando el territorio una vez explotado y permitiendo la utilización de sus recursos al servicio de toda la comunidad, será que los trabajadores logren imponer el control obrero sobre su gestión y terminen con los buenos negocios que la patronal minera viene haciendo con los subsidios del Estado central, por medio de la expropiación sin indemnización de todas las minas y su inmediata nacionalización. ¡Basta de subsidios que acaban en los bolsillos de unos pocos capitalistas! Para mantener los puestos de trabajo, mejorar las condiciones y poder trabajar de una manera segura y respetuosa con el entorno, es necesario luchar por una minería pública, suficientemente financiada por el Estado y bajo el control de los trabajadores, los únicos interesados en preservar la vida y el futuro de las comarcas.
La lucha minera puede quebrarle el brazo al Gobierno. Pero para ayudar a ello es necesario difundir entre todos los estudiantes y trabajadores del país el gran ejemplo de lucha de los mineros y rodearlos de solidaridad. Pero no de una solidaridad de palabra, sino en los hechos, luchando en primer lugar, por la defensa de los mineros contra la represión que vienen sufriendo en distintas comarcas, la libertad sin causas judiciales de todos los detenidos y el cese de las persecuciones. Al mismo tiempo, convocando a coordinar junto con los mineros a todos los sectores de trabajadores y estudiantes en lucha, peleando por un programa independiente no sólo del gobierno sino también de las patronales.
Los compañeros mineros han sido históricamente uno de los batallones más combativos del proletariado español. Ellos fueron quienes capitanearon la insurrección de 1934 que levantó la Comuna de Asturias, y más tarde, en 1962, las huelgas de la minería de esa región significaron un punto de inflexión en el despertar del movi¬miento obrero que haría entrar en crisis a la Dictadura de Franco. A pesar de los golpes sufridos a base de falsas “reconversiones” y cierres, a pesar de las traiciones y del conservadurismo de sus dirigentes, siguen dando muestras de heroísmo y combatividad. Tenemos confianza en que nuevamente habrá “una luz en Asturias” y en todas las comarcas mineras que ilumine la lucha para derrotar al Gobierno y la patronal.


La batalla de Santa Cristina de Lena

Santa Cristina de Lena es conocida por su afamada iglesia prerrománica, situada sobre una colina que domina el valle del río Lena. Rodeada de naturaleza y verdes valles y colinas, esta ermita del siglo IX ha conquistado su reconocimiento como Monumento Histórico Artístico y Patrimonio de la Humanidad. Pero por estos días, las imágenes de Santa María de Lena que recorrieron el mundo fueron menos celestiales. Como cuenta un vívido relato de un cronista del diario La Nueva España que vale la pena citar extensamente:

“Ocho de la mañana. Asturias amanece ante lo que será el día más duro hasta la fecha en las protestas mineras en contra del recorte de las ayudas al carbón que amenazan con cerrar el sector de forma inminente. El sol comienza a brillar sobre las laderas del entorno de Santa Cristina de Lena, un lugar religioso, de peregrinaje para los creyentes, que ayer se iba a convertir en todo lo contrario: un campo de batalla entre mineros y antidisturbios. Fuego, barricadas, misiles caseros, botes de humo, heridos y detenidos fue el balance de una cruenta jornada de movilizaciones mineras. (…)
Al filo de las nueve de la mañana, decenas de trabajadores del sector carbonero comenzaban a organizarse en el entorno de Vega del Rey y de la estación de tren de La Cobertoria. Armados con neumáticos, saltaban a la autopista A-66 y, como cada jornada, y ya van unas cuantas desde el inicio del conflicto, cortaban el paso a los vehículos. Antes de que el reloj marcara las nueve, la barricada estaba formada y los neumáticos y árboles, utilizados para cortar el paso, en llamas. Pero algo iba a cambiar respecto a los días anteriores: la Guardia Civil aceptó esta vez el órdago de los mineros. Aparecieron veloces, en más número que nunca, y en apenas 10 minutos ya más de medio centenar de agentes se agolpaban en el entorno de la barricada. Comenzaba la batalla de Santa Cristina de Lena.
La Guardia Civil comenzó a disparar pelotas de goma y botes de humo a los mineros que, lejos de achicarse, repelían los ataques con gomeros, piedras y voladores, y se defendían con escudos metálicos artesanales. Sin embargo, el humo hacía que poco a poco fueran perdiendo terreno. Era la hora de tirarse al monte, un terreno que por tradición siempre se les había dado mejor que a los agentes de la autoridad en cada enfrentamiento minero. (…)
La estrategia de los agentes fue ir rodeando a los mineros. Entre tanto, estos últimos atacaban cada vez que veían asomar a un antidisturbio. Las imágenes que cientos de veces se ven en el telediario de milicianos árabes combatiendo con cohetes artesanales contra ejércitos armados se reprodujeron ayer en Santa Cristina, con los mineros en el papel de milicianos.
Armados con tubos metálicos de andamios de la construcción como lanzacohetes, los mineros los cargaban con voladores. Apuntar, encender la mecha y ¡pum!; «misil» contra los agentes. Así durante varios minutos, hasta que la Guardia Civil se hacía un escollo demasiado duro y había que emprender la huida. Tras tres horas de batalla, los mineros se dispersaron por el monte tratando de escabullirse de los agentes. Para dos de ellos, el día iba a acabar con sus huesos en la comandancia, ya que fueron detenidos en una pradera cercana a Santa Cristina.” (Andrés Velasco, “La batalla de Santa Cristina de Lena”, La Nueva España, 05/06/2012)
En estos días, con algunos compañeros recordábamos una hermosa copla minera de un cantor del sur argentino, que en su emocionante estribillo reza: “A ver si se saca el sombrero, señor, que va a pasar un obrero... a ver si se saca el sombrero, señor, que va a pasar un minero.” Y no la recordábamos por casualidad. Como no “sacarse el sombrero” ante tan grandes muestras de combatividad y lucha de los valientes mineros asturianos.

Hacia la Conferencia Nacional de Trabajadores en Ferro

El 8 de julio se realizará la Conferencia Nacional de Trabajadores, impulsada por el PTS. Para conocer los motivos y preparativos, dialogamos con cuatro dirigentes obreros: Catalina Balaguer, Claudio Dellecarbonara, Raúl Godoy y Hernán Puddu.

¿Por qué la convocatoria a esta Conferencia?
Hernán Puddu: Ya no es novedad que la crisis internacional está llegando a la Argentina. Las multinacionales empiezan a descargarla sobre los trabajadores con suspensiones en las grandes automotrices, con retiros “voluntarios” y despidos de contratados por ahora a cuentagotas. Fiat, Renault, Iveco, atacan a los trabajadores porque sus ventas y exportaciones cayeron. En las autopartistas ya se presentaron 19 preventivos de crisis para justificar despidos y rebajas salariales. No sólo en Córdoba. En Rosario, la General Motors declaró que ya “no es rentable” fabricar en Argentina. Un chantaje contra los trabajadores por parte de empresas que batieron récords de producción de autos y camiones en los últimos años. Las multinacionales toman nota del discurso de Cristina Kirchner, que ataca siempre a los trabajadores y quiere suprimir las huelgas y los reclamos obreros para que los empresarios la sigan juntando en pala.
Nosotros queremos reagrupar al sindicalismo de base que se extiende desde los azucareros de Jujuy hasta los petroleros opositores en Santa Cruz. Para discutir en común los objetivos estratégicos que tenemos que trazarnos, porque creemos que se vienen batallas cada vez más difíciles.
Raúl Godoy: Además de ese presente que plantea Hernán, convocamos a la Conferencia para darle un horizonte más profundo a la militancia que compartimos desde hace tiempo con miles de compañeros en todo el país.
Hoy son noticia las fuertes divisiones de la burocracia sindical, una división que forma parte de la interna peronista, que se agita con la discusión sobre la “sucesión” de Cristina en 2015. Es una disputa por los privilegios, por la caja. De un lado, los “gordos” que se ofrecen como sindicalistas dóciles para aplicar los techos salariales del gobierno. Del otro, Moyano, que sólo “defiende” a un pequeño sector de trabajadores en blanco, los mejor remunerados, dejando afuera a más de la mitad de los trabajadores. Encima aliado al Momo Venegas, un soldado de las patronales agrarias. En esa interna los trabajadores no tenemos nada que ver, son todas transas y traiciones a espaldas nuestras.
Pero en medio de la pelea de cúpulas también surge, desde abajo, una serie de experiencias de organización y lucha más ligadas a la izquierda y el sindicalismo de base…
Katy Balaguer: Sí, nosotros lo pudimos demostrar hace pocas semanas, con la campaña militante y los resultados de la Lista Bordó en la Alimentación. El 40% que sacamos muestran no sólo el rechazo a la burocracia, sino también la importancia del trabajo de organización y lucha de años que hicimos en las grandes fábricas del gremio. Y la fuerza de nuestro programa, donde planteamos que se acabe con esto de trabajadores pobres y dirigentes ricos; que ganen lo mismo que un compañero. Llegamos a decenas de fábricas con la bandera de “Basta de dejar la vida en las fábricas”, que se trabaje un máximo de 8 horas diarias y 5 días semanales con un salario mínimo igual a la canasta familiar. Esas semanas demostraron un reconocimiento y apoyo de muchos trabajadores. Porque los que integramos la Bordo dimos peleas contra la tercerización y la precarización, por romper el techo salarial, contra los despidos. Y por eso fuimos perseguidos. Es mi caso, el de Poke Hermosilla, Lorena Gentile y Oscar Coria de Kraft, el de Leo Norniella de Pepsico o Juan Carlos Cabana de Stani-Cadbury, por nombrar algunos de los compañeros de la Bordó que sufrieron intentos de despido o procesamientos. Pero esas luchas fueron las que nos permitieron construir esa corriente militante que recorrió fábricas, fiscalizó, consiguió más de 500 avales y candidaturas, y mostró el avance del clasismo y la izquierda militante en un gremio importante.
Claudio Dellecarbonara: Así como cuenta Katy, en los últimos años hubo un desarrollo de muchas expresiones obreras desde las bases. La lucha de los trabajadores del Garrahan, los telefónicos de las contratistas, nuestra lucha por la reducción de la jornada laboral, los ferroviarios contra la tercerización, los emblemáticos obreros de Zanon. En un montón de lugares los trabajadores se empiezan a organizar para enfrentar a la burocracia.
En muchos casos se conquistaron comisiones internas, cuerpos de delegados, comisiones de reclamos y, en nuestro caso, hasta un sindicato nuevo porque la UTA no nos representaba.
Ahora, hay que tener en cuenta que así como se desarrollaron estas experiencias, la burocracia y el gobierno trataron de cooptarlas o sacarles el filo. Nuestra organización, el sindicato del Subte, no estuvo exenta de esto. Hoy damos una pelea por la independencia política, esa que nos ha llevado a conquistar con la lucha las 6 horas, el salario, las mejoras en las condiciones de trabajo. Hoy la directiva del sindicato se alineó con el kirchnerismo, lo que implica perder independencia política como trabajadores.
Porque los políticos patronales y los empresarios saben que el movimiento obrero, con un proyecto independiente y unificando las peleas, son un peligro para este orden de cosas. Pensá en el transporte, por ejemplo, y la fuerza impresionante que podría tener la coordinación de todas las expresiones de izquierda y combativas que hay en las empresas ferroviarias, los colectivos, el subte, en Aeroparque…
¿Van a discutir el rol de los sindicatos?
KB: Sí. En la campaña denunciamos que tipos como Daer ganan por mes $70.000, el sueldo de 15 o 20 obreras. Hay mucha bronca en las fábricas, pero a los que levantan la cabeza muchas veces los marcan y despiden.
Nosotros luchamos para echar a la burocracia de los sindicatos, y poner en pie organizaciones democráticas, antipatronales e independientes del gobierno. Que verdaderamente representen los intereses de todos los trabajadores y en especial a las compañeras que, como en la alimentación, son las más maltratadas y postergadas. Que sirvan para terminar con las divisiones entre efectivos, contratados, tercerizados, y no como ahora que fomentan esa situación.
Esta conferencia tiene ese propósito, reunir a muchos de los que luchamos y recuperamos comisiones internas, de los que luchamos por sacar a esta podrida burocracia poniendo en pie verdaderas organizaciones militantes, que se plantean grandes objetivos.
Quería agregar que también van a participar jóvenes, empezando por la Juventud del PTS, que jugó un rol importantísimo en la campaña de la Bordó, militando codo a codo con los obreros.
RG: Para nosotros “estar” en los sindicatos no es un fin en sí mismo, porque los sindicatos agrupan un sector minoritario de la clase trabajadora. Son una herramienta muy importante para que los trabajadores podamos organizarnos, muy importantes en la vida política nacional, pero los sindicatos conducidos por la burocracia dejan afuera a los contratados, a los precarizados, a los compañeros desocupados. De esta forma, los sindicatos que agrupan sólo al 25% de los trabajadores, no sólo son muy limitados para representar los intereses del conjunto, sino que son débiles también para enfrentar seriamente a las patronales y al Estado que las defiende.
Cuando los hermanos inmigrantes sin techo (la mayoría trabajadores precarios) ocuparon el Parque Indoamericano, peleando por un pedazo de tierra para vivir, la única solidaridad desde los sindicatos fue la que impulsamos desde el sindicalismo de base. Precisamente, para pelear por la unidad de la clase trabajadora, es que orientamos el trabajo de los revolucionarios en los sindicatos. Como venimos diciendo “queremos recuperar los sindicatos para ir a toda la clase obrera”.
Por ejemplo, en la experiencia del Sindicato Ceramista recibimos desde los inicios de la lucha por la recuperación del sindicato la colaboración de los compañeros de ATEN. Desde esa época viene también nuestra relación solidaria con nuestros hermanos mapuches. En las huelgas largas contra el vaciamiento buscamos el apoyo de la comunidad, que se multiplicó cuando ocupamos la fábrica. Luchamos con los compañeros desocupados del MTD por trabajo genuino y muchos compañeros de las organizaciones piqueteras entraron a trabajar a la fábrica. Esa experiencia no sólo es patrimonio de los militantes del PTS en Zanon sino de toda la Agrupación Marrón, que impulsamos desde hace más de una década junto a compañeros clasistas independientes.
Pero como te decía, tenemos que darle un horizonte mucho más profundo y amplio a lo que hacemos hoy. En el sindicato ceramista fuimos madurando esta discusión y por eso adoptamos un estatuto clasista que reivindica la lucha internacional de la clase obrera, la rotación de los dirigentes y las ideas del clasismo, pero además avanzamos en la idea de que los trabajadores tienen que hacer una política de clase y revolucionaria. Por eso, los compañeros independientes de la Marrón se sumaron al FIT y junto al Frente conquistamos una banca, que es vista como la “banca obrera” por muchos compañeros y compañeras.
¿Qué planteos quieren discutir en la Conferencia?
HP: El gobierno de CFK consagró el trabajo en negro y la precarización laboral. Pese a que el empleo creció en estos años, gran parte fue trabajo precario. Se mantiene una enorme división entre los trabajadores, entre efectivos, contratados, tercerizados, en negro y desocupados. Por eso un eje central a tomar en la Conferencia es la pelea por la unidad de todos los trabajadores, superando estas divisiones que la burocracia garantiza, como pasó en SMATA de Córdoba, donde Dragún me expulsó simplemente por no firmar en la crisis de 2009 el despido de casi 400 de mis compañeros contratados.
La conferencia discutirá un programa contra el ajuste y contra cualquier intento de que la desaceleración de algunos sectores industriales implique ataques a los trabajadores. Rechazamos cualquier despido o suspensión: si hay menos producción que se repartan las horas sin ninguna rebaja salarial. Hay que exigir la expropiación de cualquier fábrica que cierre, no puede quedar un solo compañero en la calle. Por eso estuvimos apoyando a los trabajadores de la autopartista Pertrak (ex Perkins), que este martes tomaron la fábrica contra los despidos.
En la Conferencia queremos discutir también cómo dar una pelea seria por el salario, enfrentando el techo de las patronales y el gobierno, con la complicidad de la burocracia. Para nosotros es necesario un Congreso de delegados de base que lance un plan de lucha por paritarias sin techo, por un salario mínimo equivalente a la canasta familiar de $6.000. Un salario que se indexe por la inflación. Sólo así no vamos a dejar más la vida en las fábricas, trabajando de lunes a lunes. Para pelear por estos puntos queremos convocar a los compañeros que integran con nosotros el Frente de Izquierda. Por eso también vamos a discutir proponerle al Partido Obrero y a Izquierda Socialista impulsar juntos una asamblea clasista.
CD: Pero además, las organizaciones obreras tienen que trascender los límites de las fábricas y lugares de trabajo, para convertirse en defensores de los intereses de todos los sectores, de los más oprimidos. Desde nuestra agrupación Democracia Desde las Bases, constantemente tenemos una política hacia los usuarios. En su mayor parte son trabajadores, que muchas veces trabajan 12 o 14 horas, con salarios de $2.500 o en negro, que no tienen representación sindical. Nosotros también peleamos para que tengan acceso a una mejor educación pública, a una mejor salud, acceso a la vivienda, cuando hay millones de familias en la Ciudad que no tienen techo o viven en villas. Que tengan acceso a un transporte cómodo, eficiente y seguro; es una de las peleas que marcamos cada vez que tenemos oportunidad de hablarle a millones por los medios. Hoy el transporte público está puesto en función de los grandes negocios para las concesionarias, como Metrovías. El gobierno nacional mantiene el sistema ferroviario al servicio de las privatizadas, entonces nuestra corriente plantea, en medio de esta crisis, que la solución sólo se puede dar con una reestatización del transporte público, para ponerlo bajo control de trabajadores y comités de usuarios. Sino, como venimos denunciando, seguirá costándole la vida al pueblo trabajador, como mostró la masacre de Once.
La convocatoria plantea “Por sindicatos sin burócratas, por un partido de trabajadores sin patrones”…
RG: La clase trabajadora tiene una rica experiencia de organización y lucha que tenemos que recuperar. No estamos condenados a pelear toda la vida el precio de nuestra esclavitud. A pelear sólo un poco más de salario que al otro día te lo come la inflación. Nuestra clase hizo gestas enormes, históricas, encabezó revoluciones que marcaron nuestra historia. Tenemos que formarnos aprendiendo de los triunfos y derrotas de la experiencia internacional de la clase obrera, como dije en mi discurso el 1º de mayo en Plaza de Mayo.
En nuestro país, la clase trabajadora vivió el impacto de la revolución rusa. Protagonizó grandes gestas como la Semana Trágica, la huelga de la construcción de 1935 que desemboca en la huelga general de 1936, las grandes huelgas de la carne de 1945 traicionadas por el PC, la lucha bajo el propio gobierno peronista de los trabajadores de los frigoríficos, petroleros, ferroviarios, la lucha contra el golpe del ‘55, la Resistencia con la huelga del Frigorífico Lisandro de la Torre en 1959 que transformó el barrio porteño de Mataderos en un campo de batalla. La lucha contra Onganía que dio lugar al Cordobazo y los “azos” posteriores. En este período posterior al Cordobazo, surgen los sindicatos clasistas en Córdoba, la organización antiburocrática en la UOM de Villa Constitución, las rebeliones antiburocráticas en el Gran Buenos Aires en 1973 y 1974 y las Coordinadoras interfabriles que movilizan a miles en 1975 contra el gobierno de Isabel Perón. Esa fuerza sólo la pudieron parar con el golpe genocida de 1976. A lo largo de estas experiencias, y de toda la historia de lucha internacional de la clase obrera, ha quedado planteada la necesidad de construir un partido propio de la clase trabajadora, para luchar no sólo por las demandas más inmediatas sino por el poder para la clase obrera. Hoy el sindicalismo de base, en el que hay un fuerte componente clasista y en el que militamos y somos parte los trotskistas del PTS, viene avanzando.
No se trata de hacer una corriente sindical más, sino de adoptar una estrategia obrera que sea una alternativa a la crisis, para el conjunto de los trabajadores y el pueblo, que sea a su vez internacionalista, que apoye las luchas contra los ajustes en los distintos países y vaya sacando conclusiones de esos procesos. Pensado así, como fuerza social organizada, la unidad de las filas obreras, junto a los estudiantes y la juventud, nos transformamos en una fuerza social imparable.
CD: Muchos trabajadores han hecho la experiencia con el peronismo, como proyecto de conciliación de clases, donde los trabajadores ponían el cuerpo y dejaban la vida, mientras los empresarios se llevaban las ganancias. Por eso es importante que, al tiempo que damos las peleas cotidianas, estas experiencias combativas y clasistas sean parte de la construcción de una alternativa política, de un partido de trabajadores revolucionario, sin patrones. Con los compañeros de Zanon, de las agrupaciones del subte, ferroviarios, telefónicos, gráficos o de la alimentación, para nombrar a algunos de los convocantes, queremos debatir sobre esto. Un debate estratégico que queremos hacer también con los compañeros del Frente de Izquierda.
Porque luchamos por cambiar este orden establecido, por una sociedad sin explotados ni explotadores.

Azucar y Política: el surgimiento del capitalismo en el NOA


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lunes, 4 de junio de 2012

EL AÑO I DE LA REVOLUCIÓN RUSA (Victor Serge)

                          
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